La adquisición de bienes inmuebles en España, incluida Mallorca, se volverá significativamente más complicada para los ciudadanos de países no pertenecientes a la UE en el futuro. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), anunció el lunes en Madrid que la compra de propiedades por parte de extranjeros no residentes de fuera de la UE se restringiría considerablemente.
«Hemos decidido regular la adquisición de bienes inmuebles por parte de este grupo», explicó Sánchez. La medida se implementará mediante un aumento drástico del impuesto sobre transmisiones patrimoniales de hasta el 100 por ciento del valor de la propiedad. «Esta iniciativa es única en España hasta ahora, pero ya se practica en países como Dinamarca y Canadá», añadió. Esto afecta principalmente a británicos y estadounidenses, que recientemente mostraron un interés significativamente mayor en Mallorca, especialmente debido a las conexiones aéreas directas.
Esta medida tiene como objetivo, entre otras cosas, ayudar a regular el mercado inmobiliario muy tenso en la isla y proporcionar suficiente vivienda, especialmente para los residentes locales. Queda por ver si este enfoque realmente cambiará la situación en la realidad.